Mi alma se llena de gozo al conocer que Cristo ha resucitado, que me ha enviado su Espíritu Santo, y que solo me queda salir a anunciarlo a quienes aún no lo conocen para compartir con ellos la alegría Pascual.Un poco como nuestra sociedad que margina y rechaza a muchas personas porque son pobres, extranjeros o sencillamente distintos a nosotros